domingo, 30 de marzo de 2014

HISTORIA FILMADA EN CÁMARA LENTA

Dentro del sopor de la noche, Druso se revolvió en el lecho. Tamara tomó unas tijeras y lentamente le cortó los labios.

No se escuchaba música de fondo, solo un lamento de susurros tristes. El tiempo pasó volando como ave mitológica.

De entre los muslos de Tamara brotaba un río de aguas turbulentas, majestuosas, grávidas de medusas rojas.



Julio de 1987

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