Miente mi corazón cuando te ama,
hecho intérprete
fiel de mi sentido,
como el eco en
abismo percibido
que el viento, no
la voz, forma y derrama.
Este imperioso afán
que te reclama
no en el centro del
alma fue nutrido:
me ha turbado sin
mí, como el sonido,
es ajeno a mi ser,
como la llama.
Cuando la sangre el
corazón satura
de sólo tu sabor
-término medio
en loco silogismo
de amargura-,
inaccesible al
implacable asedio,
como trozo de plomo
en agua obscura
húndese el alma en
silencioso tedio.
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