Se amaron con terneza, y así como
se amaron hasta el delirio, juntos construyeron día a día y sin darse cuenta
sus Murallas de Jericó. Una tarde de otoño, llena de nostalgias, de hojas
doradas y de nidos vacíos, sonaron las fatídicas trompetas.
José González Gálvez
Sábado 10 de octubre de
2020
Imagen: Julius Schnorr
von Carolsfeld
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