El palisandro
estornuda, y la sangre late,
circula dentro
del tronco estructura hermética
en arterias
construidas por termitas
caminos que
bajan y suben en espiral tortuosa
donde transita
un líquido verde,
lleno de
esperanza, con vitalidad premonitoria
océano
embarazado por el oleaje que no se detiene
un lecho marino
que fecunda las semillas,
las esporas, los
óvulos, las algas
levadura
fermentada por semen malaquita.
Ahí brotan sin
precedentes los manglares,
las ceibas
majestuosas y los ahuehuetes desordenados
un hervidero de
selva lujuriosa
peciolos ligeros
que se levantan con el viento
pétalos que
giran y duermen bajo el sol.
Verde que te
quiero verde
escribió
alucinado Federico García Lorca.
El sueño
enciende con sus alas
la majestuosidad
de un sol dormido.
Entonces la
creación dio comienzo
al cerrarse
lentamente los párpados del poeta.
José González Gálvez
José González Gálvez
Julio de 2014
Imagen: César
Augusto Bertel
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