Hacía tantos años que no alzaba la
cara,
que me olvidé del cielo.
Juan Rulfo
Los otros no tienen nombre
nunca fueron bautizados
se les conoce como los otros
sin madre, ni padre, ni padrinos
sin ancestros, nacieron sin apelativos
por eso son los otros.
Son los desheredados, los que trafican
con el frio que les amarra la piel a los huesos
con el hambre pegada a las tripas
secos y resecos como ciruelas pasa.
Calados por el poco sudor que sudan
por el sol que nunca sombrea
entre el sílice de las piedras rotas.
Ellos son hormigas en la tierra agrietada
en el noveno paraíso sin historia
en el rosario de todos los días.
Por eso son los otros, los sin nombre
siempre despatarrados y sucios
oliendo como los chivos que cuidan
doblegados por la desazón del destino
con la cara tiesa como palúdicos.
Los otros no conocen las estrellas de siempre
porque las tienen dentro de los ojos cenizos.
Santa Inocencia, ruega por todos ellos.
Por los desheredados
por los hijos pródigos
por los sietemesinos
por los parias
por los fugitivos
por los que no tienen nombre.
José González Gálvez
José González Gálvez
Finales de enero de 2015
Fotografía de Juan Rulfo
No hay comentarios:
Publicar un comentario