El cielo todo lo sabe. La luna
conoce todos los sueños. La noche es cómplice del secreto de los cuerpos que se
rozan, del amor que no se puede dejar en otro país y persigue, ata, envenena,
acecha. El amor, la separación, la ausencia. El amor como algo demasiado nuevo,
demasiado fuerte aún. El amor, demasiado terrible separarse. Cuerpo, alma. Eso
es lo que veo en el desierto de mi insomnio.
Editorial Planeta Mexicana 2017
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