sábado, 1 de noviembre de 2014

SOLO QUIERO QUE ME QUIERAN

Para Rainer Werner Fasbinder: In memoriam

Tengo once años de navegar en la superficialidad de los amores fatuos, y siempre encallo en las ínsulas más extrañas, llenas de arenas falsa que con el tiempo se convierten en fango. La premisa es tan simple: sólo quiero que me quieran.

Pero por lo visto debo seguir navegando a través de aguas turbulentas, posiblemente hasta que el velamen amplio de mi embarcación se convierta en hilachos. Me han fallado el astrolabio y el sextante, y la brújula parece girar en sentido contrario.

He atracado en muelles diferentes, pero existe un extraño sortilegio, no puedo declarar en la aduana el impuesto más caro que existe. Siempre abandono el puerto con el corazón devastado, y con unas cicatrices profundas marcadas por el desasosiego.

No creo sucumbir al canto de las sirenas, pienso que mi destino es una isla ignota llamada: soledad. Ahí acabaré con mis huesos blanqueados por la sal del viento, hasta que se conviertan en esquirlas tan diminutas que no se puedan localizar ni con lupa.



Septiembre de 2005

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