Y acaso el mar escuche, innumerable.
Alfonsina Storni
El mar siempre el mar, agua verde sal en el volumen de
tus lágrimas. Hondo espacio abismal. Oleaje cadencioso que se derrama en las
playas de tus caderas. Mar de sal amarga. Marginado por tu capricho, por tu
continuo lamento de sirena en celo. Soy un náufrago herido por tu pasión, un
buzo extraviado en el océano de tu bajo vientre, un argonauta enloquecido de
dolor, eternamente perdido, pegado a ti, desbrujulado, enredado en tus
entrañas, alejado, adherido a tu piel de mar, compenetrado, fijado a tus cabellos.
Ausente. Por siempre a tu lado. Mar adentro. Mar de amar.
José González Gálvez
José González Gálvez
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