Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai,
ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras
contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego. Porque el gato es
críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el
alma del antiguo Egipto, y el portador de historias de ciudades olvidadas en
Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los
secretos de la remota y siniestra África. La Esfinge es su prima, y él habla su
idioma; pero es más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que ella ha
olvidado.
H.P. Lovecraft
Revista Tryout noviembre de 1920
Imagen: Aida Emart
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