OCTAVIO PAZ LOZANO,
nació en la ciudad de México el 31 de
marzo de 1914 en una vieja casona
ubicada en Mixcoac. Fue poeta, narrador, ensayista, traductor y editor. Estudió
en las facultades de Leyes y Filosofía y
Letras de la Universidad Nacional. Publicó su primer libro de poesía, “Luna
silvestre”, en 1933. Conforman su obra poética quince títulos.
Como ensayista,
produjo trabajos de una relevancia indiscutible, no sólo en el ámbito literario
sino también en la discusión política, moral y filosófica de las ideas. “El
laberinto de la soledad” (1950) constituye una de sus más lúcidas reflexiones
en torno del espíritu nacional y de la idiosincrasia del mexicano.
Fungió además como
editor y divulgador de la cultura mexicana y universal. Fundó y dirigió las
revistas “Barandal” (1931), “Taller” (1938-1941), “Plural” (1971-1976) y
“Vuelta” (1976).
En 1955 constituyó el grupo poético “Poesía en Voz Alta”,
conjuntamente con Juan José Arreola, Juan José Gurrola, Juan Soriano, José Luis
Ibáñez, Héctor Mendoza y Leonora Carrington; y posteriormente inició una
colaboración en la “Revista mexicana de literatura” y en “El corno emplumado”.
En ambas publicaciones defendió las posiciones experimentales del arte
contemporáneo.
A partir de 1991 dio
inicio la publicación de sus “Obras completas”, ordenadas y revisas por él
mismo, planeadas en catorce volúmenes con casi la totalidad de su fecunda tarea
literaria.
En 1990 le fue
concedido el Premio Nobel de Literatura. Al respecto, Paz mencionó en una entrevista: “El Nobel no
es un pasaporte a la inmortalidad. La relativa inmortalidad de las obras
literarias y artísticas lo da la calidad.
Tres mujeres marcaron
definitivamente la vida de Octavio Paz: Elena Garro, Bona Tibertelli de Pisis y
Marie-José Tramini. Para el creador de poemas, las mujeres que duermen a su
lado: “se convierten, con sus monumentos y sus estatuas, sus historias y sus
leyendas, en un manantial hecho de muchos ojos y cada ojo refleja el mismo
paisaje detenido”.
Paz se mantuvo
siempre en el centro de la discusión artística, política y social del país. Su
poesía se adentró en los terrenos del erotismo, la experimentación formal y la
reflexión sobre el destino del hombre.
La noche del 19 de
abril de 1998, víctima de cáncer, fallece a la edad de 84 años en la Casa
Alvarado de Coyoacán.
“Mi casa fueron mis palabras. Mi
tumba el aire”
José González Gálvez
Septiembre de 2010
José González Gálvez
Septiembre de 2010
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