lunes, 20 de enero de 2014

DELICADA LINEA ENTRE DOS CUERPOS


Y no dejó encendida bajo el cielo
más que la oscura lumbre de sus ojos
.
Concepción Urquiza: Job

  En el espacio del tiempo tu imagen se desvanece, sutil como pupila de gato, un topacio angostado, una gema iridiscente de reflejos casi mesiánicos.

Ignoro cuanto tiempo ha pasado, todos los relojes permanecen descompuestos; pero en este momento, tu piel ocupa un estudio detallado, un anagrama infinito que no tiene vuelta de hoja. Mis dedos rozan con cuidado la mata de tu cabello, juegan en el caracol de tus orejas y el suave arco de tu cuello.

Durante un solsticio abrumador, cuando la luminosidad desorbitante reverberó en nuestros cuerpos desnudos, me dijiste al oído palabras propias de un náufrago. En ese entonces, no entendí tu súplica. Ahora, a mil años luz de distancia, el enigma es exasperante. 

Por eso busco, como desquiciado, la respuesta en el mapa de tu epidermis; pero existen tantos confines, tantos laberintos, tantos pasillos interminables, que me es imposible alcanzar la victoria. Existen también tantos silencios, principalmente el tuyo; entiendo tu rencor, pero debes disculparme, a veces no se leer entre líneas.

A pesar del viento leve y el silbato triste de las cigarras, seguiré buscando la respuesta, no me daré por vencido, no me dejaré amedrantar por el amarillo colérico de tu mirada de felino en celo, ni por el efluvio de tus hormonas de amor. Continuaré con mi búsqueda, porque el caldero de tu piel en ebullición, me dice que debo seguir adelante.

José González Gálvez
Mayo de 2011

Imagen: Paul Gauguin
  

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