Eres la mar profunda habitada de sorpresas; hay peces
castaños en tu vientre, sueños de marino en la baranda,
viejos navíos sepultados en el fondo.
Eraclio Zepeda: Asela
Todo se mueve en el oleaje interno
de tu orgasmo.
cuando me separas
soy un buzo sin escafandra
que se ahoga
en el reflujo sexuado de hipérboles.
Tu voz me sabe a mar amándote
como juego de cetáceos gigantescos
antes de la copula.
Eco intenso de dolor
en el laberinto de medusas transparentes.
Mar adentro de tu cuerpo
fluyendo rabioso
por tus orificios expuestos.
Que solitario y callado estoy
en el océano de tu piel debilitada.
Es tu olor que me huele
a sargazos, trilobites, radiolarios.
Amar, amargura, amarre
todo me confunde
en la brújula descarapelada
de un buque solitario.
José González Gálvez
Septiembre 2009
Septiembre 2009