miércoles, 18 de diciembre de 2019

UN POEMA DE ELENA PONIATOWSKA




Mi madre, mi hija

Mamá, soñé anoche
que te encontraba
sentadita y pequeña,
recargada en la puerta.

“¿Qué haces y qué buscas?”,
interrogué temblando
y tú me respondiste
te estoy aquí esperando.

Te tomé en mis brazos
y no pesabas nada,
eras polvo de estrellas,
mi dócil niña triste.

Por encima de todo,
al abrazarte entonces
me vino la certeza
de una niña linda
que nació de noche
y quiere que la lleven
a pasear en coche.

Ediciones Era 2018
Imagen: Leonora Carrington


EL MAR AZUL EN TUS PALABRAS



Eran las cuatro de la madrugada cuando Miroslava me llamó por teléfono. Adormilado aún, no reconocí su voz, y tuve que aguardar unos segundos para distinguir el timbre de sus palabras:
     —Andrés  —Me dijo con su voz de mar en calma—. Por favor desvísteme con tu poesía.
El océano se desplazó lentamente como encaje blanco en una playa de arenas desmayadas. Su marea se regía en una perpetua lectura de notas en pentagrama. Un adaggieto solemne, inmarcesible.
Miroslava rezó en silencio de marea tenue:
     —Abrázame desnuda con tus sonetos que me calcinan toda. ¡Te lo suplico! Mi corazón late en sístole perpetua.
     El auricular se extravió entre sábanas y almohadas. Me vestí como pude y salí a su encuentro. Al entrar a la recámara de Miroslava, una vorágine de aguas de océano se filtraba a través de las paredes, y un párpado de luminosidad azul acero, rodeaba el lecho de mi amada.

José González Gálvez 

Coatzacoalcos 27 de febrero de 2019

Imagen: Joaquín Sorolla y Bastida

OTRO POEMA DE FRIDA KAHLO




en la saliva
en el papel.
en el eclipse.
En todas las líneas
en todos los colores
en todos los jarros
en mi pecho
afuera. adentro—
en el tintero — en las dificultades de escribir
en la maravilla de mis ojos — en las últimas
líneas del sol (el sol no tiene líneas) en
todo. Decir en todo es imbécil y magnífico.
DIEGO en mis orines — Diego en mi boca — en mi
corazón, es mi locura, en mi sueño — en
el papel secante — en la punta de la pluma —
en los lápices — en los paisajes— en la
comida — en el metal — en la imaginación.
En las enfermedades — en las vitrinas —
en sus solapas — en sus ojos — en su boca.
en su mentira.

Revista literaria El Faro I
Agosto de 1983

Imagen: Manuel Álvarez Bravo

FRIDA KAHLO: ESCRITURAS




“¿Y por qué no podría ir la pluma de Frida al lado de su pincel?”, se pregunta Antonio Alatorre en el prólogo que acompaña este libro. Es verdad. De ahí el acierto de esta compilación de textos de Frida Kahlo y que apenas ahora comienzan a develar otra faceta de su vida: su pasión por el lenguaje. El talento de esta pintora mexicana inundó todos los aspectos de su vida; su escritura no podía estar libre de este influjo.
     En Escrituras, seremos íntimos cómplices del encuentro entre la pintora y sus amistades, sufrimientos, ideas artísticas y políticas, sus amores, y por supuesto, Diego Rivera.
     Hechas con un lenguaje “relajiento”, como ella misma decía, sus cartas son una fiesta llena de juegos de palabras, neologismos, caló mexicano, desparpajo y lucidez. Tanto la selección de cartas como las notas que las acompañan fueron realizadas por Raquel Tibol, estudiosa de la vida y obra de Frida Kahlo, quien ha logrado hacer de Escrituras la versión más completa que existe hasta ahora de textos de la pintora.

Random House Mondadori 2004
Fotografía de portada: Manuel Álvarez Bravo